miércoles, 13 de febrero de 2013

Minicapitulo 15

Todos montamos en los coches. Yo con el Rulas, que nos guió hasta donde le había dicho Fran por el móvil. Estuve viendo por la ventana. Pasamos el instituto, mi antigua casa… un accidente me llamó la atención, ya que había muchas ambulancias, aunque no me dio tiempo a fijarme porque pasamos muy rápido. Llegamos a la carretera y el Rulas tomo la primera bifurcación y cambió de sentido, volviendo por donde habíamos ido. ¿Qué pasaba?
Volvimos a pasar por lo mismo. Miré el accidente con más detalle de nuevo al pasar, pero no hizo falta. El Rulas paró. Y se acercó a un bombero que había. Todos los presentes nos acercamos al foco del accidente. Era una humareda, pero se podía distinguir un coche.
No… no podía ser…
El Rulas se acercó a mí y me tocó el hombro. Empecé a llorar.
- No pintamos nada aquí, Amy – me dijo.
- ¡Quiero estar con él! ¿Por qué hoy, por qué?
- Ya es tarde…
- ¡No!
Rulas me dio la vuelta
- Que te pasa mujer, que son las 7 y media y no pintamos nada aquí, que me he bajado para preguntarle la hora al médico.
Todas las esperanzas volvieron a crecer. No estaba muerto. Me había asustado. Nos dirigíamos al coche cuando se escuchó un grito atrás. La Jenny se acercaba corriendo al Rulas.
- ¿Has visto quién ha muerto? – Le dijo. Yo oía todo
- Sí, claro. Un tal Francisco. No sé como tienen el móvil de Fran, pero me han hecho venir aquí para nada.
Jenny le pegó una ostia.
- ¡Francisco es el Fran!

(¿Que os creíais, que no le iba a matar? Pues claro que sí…)

Empecé de nuevo a llorar. Nadie sabía que decirme, excepto la Jenny que decía “Ale, así te jodes guarra”. Me acerqué al coche. Aún quedaban restos del pene gigante del capó.
- ¿Y su cuerpo? – pregunté a un medico.
- Calcinado… lo siento…. – Se acercó a la ambulancia y se fue, dejando paso a los bomberos.
Un bombero se acercó a mi.
- Oh nena, estoy caliente, ¿quieres enfriarme con mi manguera? Es larga, llega, tranquila
Me asuste. El bombero me miró enfadado
- ¡Que si me puedes mojar, que tengo calor, joder!

(Mal pensados)

Estaba sin ganas de nada. Mi Fran… mi Fran muerto.
Pero lo malo es que no queda nada ahí. El medico se acercó a mí.
- Perdona chica, ¿tú eres Amy Maeslamedemu? (El apellido de Chris) – Asentí con la cabeza – Entonces, tenemos que hablar de una cosa de tu madre y de tu padre. No hemos podido hacer nada por ellos.

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