domingo, 10 de febrero de 2013

Minicapitulo 14

Era la persona más feliz desde que Fran me había pedido el matrimonio. Nos íbamos a casar allí, en mi pueblo natal, en Inglaterra. Estábamos cerca de la frontera y él nada más que hacía era ir y venir para hacer los preparativos. Si es que cuando quiere, se pone mi niño…
Aunque aún así buscaba a Tommy, no le quería, bueno como hermano… Ese era el problema.
Charla ya se había ido. Ya no había peligro de que averiguaran donde estábamos, así que daba igual. Además, no la soporto, es un poco tonta…
Por fin llego el día de nuestro casamiento. Fran se marchó la mañana antes para terminar los preparativos. Me dijo que un coche vendría a por mí. Una limusina seguro…
- Después de todo lo que a pasado, ¿Me sigues queriendo?
- Ya ves, sigues siendo el primer pensamiento al despertar un desgarro de mi alma sigue vivo en ti, que pasa el tiempo y no mis ganas…

(No hace falta decirlo. Contestación de Fran)

- Pues sí, tía, te quiero. Bueno me voy, besos Amy.
Se marchó quemando ruedas. Me dijo que el chofer llegaría en dos o tres horas allí, así que me fui a arreglar. Nos casábamos por lo civil.
(Como alguien se le ocurra preguntar ¿Cómo se van a casar a los 16 en Inglaterra? Allí vale, ¿pero en Inglaterra?… un oso amoroso llamará a su puerta y cuando le abras se lanzará a tu yugular y te matará)

Pasaron las tres horas y se oyó un pito. Me defraudo un poco. Era el Audi A4 viejo con la música a toda ostia del Rulas.
Me monté y nos dirigimos para allá. El viaje fue largo y sobre todo pesado, ya que el rulas me empezó a contar no se que de un nitrógeno que si lo daba iba a 200 por hora….
Al llegar al pueblo, vi a mi madre.. Bueno, la que creía que era mi madre. Estaba de la mano con Luigi, paseando. Desvié la cabeza para que no me viera. Mejor así.
Llegamos al descampaó donde estaba el juez, un amigo del Rulas, ya que se conocían de todos los juicios que había tenido.
La gente llegaba. Entre ellas la Vane, que me dijo donde me había metido, la Faty, la Lore… aunque me impresionó una cosa… ¡El Rubén y la Jenny de la mano! Pero daba igual. Quería a Fran. Le amo.
Ya era la hora de la boda y la gente estaba acomodada en los capos de los coches. El rulas puso “calabria” para pasar el tiempo, pero Fran no aparecía. Empecé a preocuparme. ¿Y si se había marchado?¿Y si había dado el paso atrás y no quería?
Un móvil empezó a sonar. Era el del Rulas. Vi la llamada. Ponía “eR Fran Toh Lokoh Premoh en eR templOh”
Se fue lejos a hablar con él. Al llegar, parecía preocupado. Algo muy malo tenía que ser para que el Rulas estuviera preocupado.
- Ha pasado algo.

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