viernes, 6 de julio de 2012

Capítulo 18. Segunda temporada

Sofisticada, Sofisticada... tu vida es una mierda. Besis.

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Días de publicación: Lunes, Miércoles, Viernes

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Y no quedaban  rincones en este mundo donde buscarle… Porque más que buscarle, le encontraba sin querer en cada vista, en cada suspiro, entreabrir de ojos, en cada estrella del cielo, en cada flor del bosque, en cada amanecer, en cada crepúsculo, en cada poesía…en toda mi vida. Era parte de mi desde muchos años antes de conocernos, era lo que necesitaba para estar completa: mi aliento, mi agonía, mi alma, mi muerte, mi resurrección… Era la razón que tantas veces perdía… era mi propia vida, mi por qué a toda pregunta sobre mi existencia.

Seguí trabajando en Finlandia, porque estaba harta de ir a cualquier sitio y verlo: iba al supermercado y lo veía, en pantunflas, comprando. Iba al estanco y lo veía, fumando. Iba al prostíbulo y no lo veía, pero día a día me preguntaba qué hacía yo en un puto prostíbulo. La cosa, hijos, es que me replanteé mi vida, ya que, a mis…. Muchos años, era una fantástica mierda. Había sido de todo, y no era ahora nada. Por eso volví a mis orígenes. Por eso… volví otra vez a mi piso de la Universidad. Volví a estudiar mi doble grado en derecho y biológicas.

Pero allí seguía viéndole y necesitándole más cada día que pasaba…allí y en cualquier parte. Sin embargo no me sentía sola. Él me acompañaba más cerca de lo que yo podía imaginar…él estaba dentro de mi. Dos veces él. Estaba embarazada. Gemelos. Vosotros. ¿Debía encontrarle físicamente para asentarme?

Me compré un piso, compré cinco cunas (tres por si acaso se rompían) y 37843764383 carritos de llevar niños. También correas, porque erais muy tocapeloitas. Mi tripa crecía día sí y día también, e hice una cena en España invitando a todos mis conocidos para dar la fantástica noticia: no fue un día tan bueno. Imaginad: Erik, el espíritu de Anker, el del 20 minutos, Esteban, mi profesor de derecho biológico, su hijo, Fran el argentino, el poeta Lope… vamos, todos… y cuando di la noticia no me dijeron ni felicidades ni nada, me dijeron ¿DE QUIÉN?. Y, aunque ellos no lo sabían, entre los 23984732782 personas que había invitadas (99% eran novios antiguos) él estaba entre ellos. Dándome la mano. O mejor dicho, yo dándosela a él.

Ninguno quería creer la noticia. Todos estaban nerviosos, todos pensaban Si soy yo el padre, ¿me tengo que hacer responsable?  Tenía mucha “reputación” y mis hijos iban a pagarla y yo no quería. Sin embargo, podría no dar la noticia y todos me ayudaría a sacar adelante a mis dos angelitos. Seguía teniendo a vuestro padre en mis manos, inconscientemente apreté y me decidí.

“El padre está entre vosotros. Puedes ser tú, Erik, ya que el otro día nos encontramos y… bueno ya sabes” Miré al del 20 minutos “Puedes ser tú. Encontrarme de nuevo contigo en la Universidad ha sido raro”. Miré al espíritu de ANker “¿Tú cómo cojones estás aquí?. Miré a todos y a cada uno de ellos, diciendo en alto las dudas que ellos tenían en la cabeza: sé que aguantarían hasta que tuviera a los hijos para saber de quiénes eran . Sonreí interiormente. Carcajeé interiormente. Y externamente. Me tiré un pedo. Todos me miraron. Vuestro padre, hijos, me sonrió. Él era el único que sabía toda la verdad.

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