miércoles, 20 de junio de 2012

Capítulo 13. Segunda Temporada


Parecía que volvíamos a ser normales pero nada, falsas esperanzas. La cosa sigue con líos... quien dice la cosa dice Sofisticada.

No has leído la primera temporada? PUES TOMA EL PDF
¿Te pierdes? PUES TOMA LOS CAPÍTULOS
¿Quieres el libro? PUES TAMBIÉN TOMA ENLACE
¿Nos quieres seguir desde twitter? @Comoestaelmund0 @CCAVP_oficial
AHORA TAMBIÉN DESDE EL WATTPAD (QUE POR SITIOS NO FALTE) AQUI

Días de publicación: Lunes, Miércoles, Viernes

¡POR CIERTO!: Teníamos que deciros que nos gustaría que os involucraseis más en la historia. Por eso hemos decidido que, quién quiera, puede darnos ideas al correo de lavidaensofisticada@gmail.com, en plan de "Eh, quiero que vaya al polo norte y se lie con un oso" Pues nosotras llegaremos a ese punto. ¡Así será más divertido!

Sí, hijos, porque la venganza de Erik llevó su tiempo. Había un bar, llamado "Los del tanga feliz" que lo que más querías era quitarselo. Allí conocí a Mastodonte, llamado así por su pe... personalidad. Sí, por eso, hijo. por eso. Me invitó a comer, a cenar, y jugamos a la oca encima de su cama. Dos veces. Con protección. 
Se puede decir que no quería volver en su totalidad a estar noche con un tío y noche con otro, pero no me apetecía otra cosa después de tener a los otros dos gilipollas rondando por mi vida. 

Era de noche, Erik no me decía si Anker estaba vivo o no y yo estaba cansada. Llamé a mi Mastodonte, y.. jugamos a la oca.


Mastodonte me dijo que probáramos un juego más profesional como las tres en raya…pero yo me había acostumbrado a jugar con dos colores y tres fichas era ya mucho. Propuso el ajedrez…pero había que echar mucha cabeza y a mi no me apetecía… Ajedrez… ¡El ajedrez de Carlomagno! Anker me había contado historias sobre ese juego mágico y su interés en conseguirlo para dominar el mundo y tal…¿Y si era todo un plan para involucrarnos en la búsqueda de ese ajedrez? Dejé la partida a medias con Mastodonte y fui a por Erik. Pero Erik no estaba. Había escapado. Cabrón.

No sé qué cojones he estado diciendo de ajedreces y esas payasadas, hijos, porque cuando digo lo de la oca me refiero a que follamos, que hicimos el amor como perros en celo apunto de morir, extasiados, y esas cosas que se hace con un boys. Por favor, es un prostituto, no un ser inteligente. Si lo fuera estaría.. no sé... en la cola del paro.
 
La cosa es esa, que Erik escapó. No sería tan grave sino fuera porque se había llevado la Death Note con él. Por suerte no sabía mi nombre completo, ya que mis último apellido, Neira, era falso. Pero si él descubría el otro... quizás me mataba. Y si me mata pues no es plan.


Igual que no era plan que matara todas las personas que me importaran. Puse en marcha un despliegue de perros alucinante para encontrarlo. Todos al grito de “Por Sofi y por Cantiiiiiiiiiiinflas” (casi un Dios para ellos mi perrito) buscaron en todos los rincones newyorkinos; no dejaron una boca de incendios, un arbusto, una carnicería intactos tras su paso; se les podría haber conocido como el Atila en perros: donde pasaban, no volvía a florecer una planta sin abono natural.

Y lo encontraron, vaya que lo hicieron. O mejor dicho, él deseó ser encontrado. Aparte de Erik a su lado se alzaban ochenta purpurinenses, sedientos de sangre para tener orgasmos de los que ellos tenían. Fue una lucha épica... y murieron todos.... incluido Esteban, incluido mi pequeño Ankercito Bazooka, incluido Rover y Erik...

Lloraba la perdida de todos cuando llegó un hombre negro vestido de negro. Sacó una especie de consolador que se alargó, y una luz me cegó. 


Y luego, hijos, no volví a recordar nada de lo que había ocurrido, hasta hace poco,me lo contaron. Me desperté, en una cama, en la de mi piso de Nueva York... y ese día tenía una entrevista en el periodico más prestigioso...

No hay comentarios:

Publicar un comentario