viernes, 30 de marzo de 2012

Capítulo 22

A ver... intenté evitar, pero mi compañera se empeñó... Es lo que tienen las historias sin-sentido. Para las personas corrientes este capítulo no tiene ni pies ni cabeza, pero nosotros somos más que normales somos SUPERIORES... así estamos. 
Disfruten! =)
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El paisaje de Florencia secaba las lágrimas futuras que algún día derramé… los abrazos de Piero me dormían en mi nueva realidad… su besos acunaban mi piel al canto de sus susurros rozaban mis deseos de vivir para siempre. Pero la felicidad no es eterna y, esta, era una felicidad pasada. Había utilizado la máquina del tiempo una vez, sólo podía usarla dos veces: o regresaba a casa, donde nadie me esperaba y el frío antártico sería mi único recuerdo en los días presentes o me quedaba en un pasado que ni siquiera era mío… Podría encontrar el momento del futuro en el que mi vida fue al desastre y comenzar desde ese punto… pero era tan feliz con Piero. Me convencí, de nuevo, esta vez con pleno convencimiento, de que los cuentos de hadas no son para mí. Hui de esa ciudad que me trajo tanta paz en su cultura y personas.

Me dirigí a algún sitio, al que pudiera. Me acerqué a un hombre y le pregunté que si sabía dónde se vendía la guía campsa. Me miró con cara rara, me dijo algo, y se fue. Seguí andando y salí de esa Italia y me meti en Grecia. Pero en Grecia no había nada interesante, por lo que volví a Italia, justamente a Venecia, y me hice gondolera. Era asqueroso pasear con esas parejas románticas, y tras la quinta que se daba besitos y abracitos decidí tirar a todas las parejas al río antes de que terminara el paseo. Por suerte no moría ninguno, solo salía envenenado de esa agua pútrida. Me conocían como la Mona (de chica mona) que LISiAba
.
Hijos, por aquel entonces no existía el Prozac y mi cuerpo eso no lo toleraba… Piero se enteró de la nueva leyenda veneciana y fue a la ciudad a investigar. Cuando me vio me tiró a las aguas pútridas para rescatarme y follarme y todo con me… después de que le enseñara cosas que por su época no existían decidió retratarme para tenerme para siempre encerrada en un puto cuadro donde guardaría mi alma cuando muriera. Así, decidí matarle, pero se escapó a Francia, por lo que tuve que ir detrás de él.

Le perseguí hasta Francia pero la belleza y el olor a colonia hizo que me olvidara de él. Decidí volver al mundo real, hijos, en el que vivimos ahora, a esta época. No me gustaba ir conociendo a la gente y saber lo que iban a hacer dentro de unos cuantos años, era raro. Ya había tenido mi minuto de fama en el pasado y quería volver. Eso sí, tuve el placer de conocer a Nostradamus, e, hijos, le dije que hiciéramos una pequeña bromita sobre el fin del mundo. Fue divertido. JAJAJAJAJAJA ¿OS ACORDAIS DE CÓMO PAPA Y VOSOTROS OS ESCONDÍAIS Y YO ME REÍA? PUES AHORA LO ENTENDEIS TODO, HIJOS DE PUTA.

Intenté volver a lo que tuviera en mi presente, pero cuando pensé en el lugar exacto del comienzo del fin de mi vida… pero justo me estaba transportando cuando me crucé con vuestro padre, en realidad con la mirada que me acompañaría todas las noches de mi vida hasta el día de hoy… aquella distracción me hizo acabar en los ochenta. Pero lo que me dejó perpleja, más que el ambiente en el que amanecí, fue encontrarme esos ojos en la Francia Renacentista.

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