miércoles, 21 de marzo de 2012

Capítulo 19

Volvamos a los orígenes de Sofisticada, ese que nos hace plantearnos pedir ayudas para la medicación de la pobre muchacha... 
Párrafo por escritora. Disfruten ! =)
                                   ------------------o---------------------
Los segundos se hacían horas, las horas se hacía días, los días se hicieron meses, los meses se hicieron años… Todo en nuestra mente, en poco tiempo organizamos nuestra vida juntos y era precioso, hijos míos… Sentarnos en las noches alemanas a las orillas de un lago, mirando las estrellas, contando nuestro sueños en ellas:


-Seré el príncipe amarillo porque el azul es demasiado irreal y yo quiero cuidar a mi princesa de verdad y para siempre, no quiero un: y fueron felices para siempre. Seremos felices cada momento juntos. Como ahora, porque ahora soy feliz, ¿tú?

-Te quiero.-le dije sin pensar, y era verdad. Me empezaba a dar cuenta y ello me hacía feliz.

Nos besamos a la luz de nuestros sueños.

Hijos, no voy a mentir, todo era perfecto. Pero perfectamente sabéis que mi consumo con las drogas son muy normales… pero eh, que había dejado de consumir. Pero había dejado de consumir conscientemente. Me explicaré: habían pasado dos años desde que había empezado con S, y todo era super feliz. Cada vez que lo veía sonreía, bailaba “Ai se eu te pego” y perreaba. Y me parecía raro, porque yo nunca había sido así. Me metí a farmacología, y bueno, como tenía un poco de idea por mi doble grado de biológicas vi que… me estaba drogando. Sí, me estaba metiendo oxitocina para que le quisiera día sí y día también. Lo averigüé un día que me hice la dormida: roncaba y echaba saliva por la boca, como duermo siempre. Entonces noté la aguja. Sí, hijos, S me estaba drogando. Así que tenía que hacer algo al respecto: y preparé oxitocina. Para él. Sería muy divertido.

Justo cuando iba a empezar a medicarle él me miró y supe de mi esquizofrenia. Si. Porque veía y escuchaba cosas que en la realidad no existían. Bueno, en realidad él lo sabía desde que nos conocimos y lo que me pinchaba cada noche era mi medicación… me sentí muy mal porque había sido tan feliz que me resultaba irreal que alguien como S pudiese quererme tanto… Todo esto es muy raro y no quiero extenderme mucho en la historia de mi recuperación…  S había estado conmigo durante todo ese tiempo y cuando estuve recuperada sólo quería abrazarle y estar cerca de él. Le quería tanto.... Lo importante de ello es que unos meses después de salir de aquel infierno me quedé embarazada.

Hijos, el niño que se estaba gestando en mi interior era fruto de S y mío: paseábamos mi enorme barrigón por Alemania, y vimos unas cuantas personas conocidas: Isma y Natalia habían vuelto, todo era como renovado: hijos, nunca me había planteado tener un hijo, pero en ese momento no quería otra cosa que sacar por mi agujero de la felicidad a esa criatura deforme y roja. Sería precioso hijos. Pero no sois ninguno de los dos. Porque, hijos, después de nueve meses… nació un alien. Ya decía yo que era muy grande… la enfermera me lo sacó a golpes (es que en Alemania usan esos métodos, llamados “Estrunjenalniñen” y entonces salió una especie de vísceras negras y un monstruo blanco que pulverizó a la comadrona y se marchó volando. Mi instinto maternal a la mierda. Fui a pedir explicaciones a S. Pero S ya no era S, sino el REY CRIPTON DE TIERRA NEVADA, UN PLANETA NO MUY LEJOS DEL SISTEMA SOLAR. Y se marcho con mi hijo, S junior. Otra vez a empezar, hijos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario