Perdón por todo estar este tiempo sin estar publicando, creíamos que sí por programación. También ha habido un capitulo que se ha colado que es el de hoy xD pero subiremos dos para deleitaros. Aquí tenéis la historia de Sofisticada Gallardo Neira!
----o----
Alemania me enseñó todo lo que tenía que enseñarme en menos
de un año. Hijos, andaba y deambulaba por las calles escuchando a los alemanes
soltar escupitajos y decir alguna palabra impronunciable, pero lo que me
fascinaba de ese lugar eran LOS CUERPAZOS QUE TENÍAN ESOS RUBIACOS. MADRE MÍA
HIJA, SI LOS VIERAS, TE LOS FOLL… y continúo. S y yo ahora éramos compañeros de
piso, y como tales podíamos traernos ligues a casa. Era raro, porque cuando lo
hacíamos solíamos mirarnos mal, dar golpes a la pared del otro o prender la
puerta para que saliera. No teníamos una buena convivencia, por lo que decidí
mudarme no muy lejos de allí.
Estaba claro que nuestro comportamiento hablaba de un
sentimiento que no queríamos aceptar y era más fácil jugar a la indiferencia…
pero era tarde pensar en una nueva forma de replantearse lo que quiera que
algún día tuviéramos. Me convencí de que algún día le quise… me había salvado
la vida, no sé si eso era mucho o no… sabía que el tiempo con él era lo que me
había devuelto la vida, o por lo menos alguna motivación para vivirla. Gracias.
Fue lo último que pude y supe decirle. En cuanto a mi nuevo piso, encontré
compañeras de piso españolas, de Erasmus y empecé una relación nueva y
completamente renovada con el amigo de S.
Ah, es verdad, conocí a un tipo. No me acordaba hijos. Se
llamaba Ismael Jrunfarsien, de padre español y madre alemana. A veces venía a
ver a una de mis compañeras, Natalia se llamaba, y follaban. Mucho. Mi otra
compañera se llamaba Casandra. Decía que veía visiones, a hombres y mujeres,
dormitando en sus burbujas, con las mascaras del miedo… pero eso es otro tema,
que por cierto, lo hice canción, interpretada por Ismael Serrano, quedó muy
bonita… bueno, ESO NO ES LO IMPORTANTE. Callaos, putos niños. Isma y Natalia
cortaron, no sé por qué, ni quiero saberlo. Me alegra no ser la razón, pero
desde aquel día Isma y yo empezamos a llevarnos mucho mejor.
Isma y yo compartíamos aficiones, caricias, juegos,
susurros... Pero había algo dentro de mi que, a pesar de los desfases con mis
compañeras de piso, no me dejaba disfrutar de esa experiencia puramente
universitaria llegada con retraso. Mi presentimiento de que algo me pasaba se
vio cerciorado cuando una de las noches que salía con Isma a dar un paseo
tranquilo, nos encontramos con S… S estaba muy cambiado, parecía mayor, con
barbita de dos días, vaqueros y camisa desalineada y con un montón de
partituras debajo del brazo. Nos cruzamos sin querer, fue solo un segundo el
que pasó cuando sus ojos se cruzaron con los míos; él dejó caer una de las
canciones a mi lado, yo la recogí. To Sofy…la última línea me lo decía todo: Y
me das las gracias cuando soy yo quien llora por no seguir siendo contigo. Fue
ahí cuando supe lo que me faltaba para ser feliz. Me faltaba él.
Corté con Isma. Lloró y dijo que por favor no le dejara, pero
le tiré de la balsa. Sí, le dejé mientras dábamos un paseo en el mar este donde
hace mucho frío y le abandoné allí. No supe de él después de eso. Volví a los
brazos de S que me compuso otra canción, llamada “Sofia”. Me encantó el último
verso, el cual escribimos juntos “Tu amor y el mío serán uno, pero para chulo
chulo mi pirulo” Cada día le quería más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario