Capítulo 4

Aquí tenéis la parte de hoy! Espero que os guste, y ya sabéis que arriba, dónde pone capítulos, están todos ordenados para no tener que perderse aquí. Podéis contactar con nosotras en el gmail que se da en "contacta con Sofisticada" mandarnos imágenes, incluso capítulos que queráis hacer, videos.. lo que sea! lo recibiremos gustosamente!! Comenten, compartan, y esas cosas... diviértanse!


Éste (creo) que es un poco más largo de lo normal. Era para terminar de una santísima vez el capítulo: recuerden, dos escritoras, dos párrafos, dos formas distintas de ver la misma historia.

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Erik había trepado por las casas mal formadas que esa gentuza tenía y consiguió liberarme antes de que el punto de ebullición llegase a matarme. Los Unga Unga gritaron Unga Unga para asustarle, pero Erik consiguió liberarme y mató a todos. A TODOS. Madre mía que bien lo hacía, hijos míos. Y me refiero a lo de matar. Normal que luego fuera a la cárcel y allí fuera viol… bueno, hijos, eso no os importa. Me salvó, y aún seguía sin creerme que, tras haberle abandonado, él estuviera allí.

-Me has abandonado – Me recordó

-Yo siempre estuve en tu corazón, Erik

Me abrazó por la cintura y se acercó a mi oído.

-Tú lo que eres es una puta

-Lo sé cariño… pero eres a la única persona que he querido…lo sé… Erik, porque eres la única persona que no se ha ofrecido a pagarme…y eso es porque me quieres.

-Sofisticada, el picante de la comida te ha sentado mal, descansa mi cielo… mi luz, mi corazón…

Y con esas palabras retumbando en mis oídos me quedé dormida en sus brazos; hijos míos, le quería porque nunca había sido capaz de tener la tranquilidad suficiente al lado de alguien como para cerrar lo ojos y descansar… Cuando desperté olía a él… y eso siguió dándome tranquilidad… Porque me empezaban a escocer los ojos soñando que había soñado con él… Estaba con Erik, él estaba conmigo y sabía que le quería; sabía que me quería…

Fueron muchos días junto a su cuerpo, pero ahora que ya quedan lejos aprecio cada uno de ellos, como si hubiera sido incapaz de haber aprovechado al completo su sonrisa. Todo lo que ocurrió, hijos míos, no importa, queda en una parte de mi alma que jamás voy a querer desvelar. Sólo os digo que nunca olvidaré sus ojos, clavados en los míos, aquella noche que todo ocurrió… y cuando no supe nada de él.

Erik se fue, para no volver más… para dejarme sola en mi soledad… para que al final aparecierais vosotros y poder recordar el momento exacto en el que se mutiló para que un muñeco payasete no me hiciera abrirme en canal para sacar una llave de mi intestino grueso… aun siento sus gritos en mis pesadillas… aun me acuerdo de cómo él se cortó el cuello en el lugar exacto dundo antes hubiera una yugular y cómo yo gritaba al payaso lo que era en lo más fino…

                Hijos míos, seguramente esto es culpa de la María que a día de hoy sigo consumiendo y puede trastornar mis antiguos pensamientos. Seguramente Erik volvió a su país cuando consiguió el cargamento de purpurina y no he vuelto a saber de él, aunque fueron dos años de intensa relación. Volví a casa de nuevo sí… mi padre me dijo lo mismo, que era una zorra y por qué aún no me había casado, mi madre que estaba delgada… Bueno, hijos.. ¿Ahora que iba a hacer? No tenía más aspiraciones en la vida. Por eso hice una locura que, a día de hoy, me arrepiento de haberla hecho, pero que me sirvió para grandes experiencias: me metí a filología hispánica.

Las cometas por el cielo se hicieron gramática y pruebas orales con Gustavo Lorca Espronceda de la Vega…este fue mi compañero durante esta travesía de dos meses que duré en esta dura y penetrante carrera sobre las letras y sus aplicaciones… Lorqui, que así le llamaba yo… permitió que aprobara gracias a todas esas poesías con las que me hablaba… mis conversaciones con él eran de los más graciosas... instructivas pero hermosas y de lo más romántico del mundo como aquella que me dijo un día en un parque.

-Eres hermosa, Sofisticada, como una noche que alumbra tu cara, como la luz que cada día te levanta resuelta y te tira por acantilados de flores escuetas. Tu amor hacia mi no entiende del fin, pero yo lo único que entiendo es que iré contigo hasta el mismisimo infierno

-Tenemos que dejarlo, Lorqui mío – le dije – tu amor y el mio no van en el mismo barco. El tuyo se ha hundido, y el mío, sin embargo, continúa navegando.

-Pero amor, ocho meses llevamos ya, ocho meses de placer ocho meses de pasión, ocho meses que mi corazón ha vivido con tesón.

-Soy de Biológicas

Su cara se hinchó, llamando a sus compañeros que me echaron de la Facultad al grito de “MALDITOS BIOLOGICENSES, FUERA DE NUESTRA FACULTAD, LAS LETRAS AL PODER LAS MOLECULAS A LA MORGUE” No rimaba, pero estaban iracundos.

Decidí que mis experiencias amorosas necesitaban un descanso y decidí llegar a un remanso de paz en el Tíbet..sí, me asocié a la hermandad de santa Teresa de Calcuta…necesitaba descansar de tanta marcha..allí conocí otro tipo de amor; el amor a los animales, al viento, a los colores de las nubes, de los distintos rostros pálidos…Me hice amiga de árbol…era un árbol anciano que me enseñó a ver colores en el viento…a olvidar el amor fornicador y amar a mí misma…

                Gracias a este descanso espiritual aprendí muchas cosas. Conocí a un panda que hacía Kun Fu y me enseñó los entramados misterios que lleva ese arte. Otro me hizo probar una droga que no sé porque no la he probado antes, hijos míos. Árbol se quemó, pero aprendí a meditar y volaba por los vientos junto a mi unicornio dorado. Todo iba bien hasta que un día los senseis y los sensietes (chistaco) me dijeron que estaba destinada para una misión.

-Tú ir debajo de la montaña y conseguir vencer a guerrero de dragón que querer matarnos y convertir esto en palacio residencial.

Entonces me puse mi traje con letras chinas inentendibles y al grito de YAUUUJUJUUUU!!! Bajé, junto a Panda, que murió por comer mucho bambú. Y así, hijos, salvé el mundo. Vuestro padre queda aún lejos, pero os jodeis.