1º Capítulo SEGUNDA TEMPORADA

...TRAS LA ESPERA...

...HA LLEGADO A VUESTRAS PANTALLAS...

CÓMO CONOCÍ A VUESTRO PADRE

(Segunda temporada)

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Y sin más dilación os dejamos con el primer capítulo de esta segunda temporada. Vereis que la historia es más tranquila, y no pasa tanto tiempo ni hay tantos líos... ¡Pero sigue con la esencia! Recomendad, comentad que no mata a nadie, y todo lo que se dice en un blog. Y ante todo GRACIAS!

Dos párrafos, dos escritoras, dos estilos diferentes. Una lo embellece, otra lo arruina.

Días de publicación: Lunes, Miércoles, Viernes

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Hijos, no sé si os acordáis de por dónde nos habíamos quedado, pero yo estaba en Nueva York. Trabajaba para un periódico muy influyente y no os voy a engañar, me gustaba trabajar allí. Era divertido escribir, aunque a veces tuviera que poner cosas como “Y entonces la noche llego y asokjdaosjdajsdajdsdasdas la felicidad de tu vida”. Seamos realistas, los americanos no saben leer. Esteban había conseguido ascender: quiero decir, ahora también cuidaba las macetas del tejado de la casa del señor empresario. El día que me crucé con vuestro padre, sin él saberlo ni yo tampoco, iba camino al periódico más importante de Nueva York y a la entrevista de trabajo que querían hacerme.

Fue un suspiro, como hacer trampa al futuro; como si te dieran la oportunidad de ver el proyecto de tu vida finalizado. Me crucé con esos ojos verdes dos segundos y supe que mi vida iba a ser él, el principio y final de todos mis delirios eran suyos, le había visto en sueños, pensaba que le había inventado, pero en realidad era un recuerdo que la Sofi del futuro me regalaba para dar sentido a mi desorden de vida ahora.

Pero lo importante es la entrevista, hijos: llegué, y vi que la recepción era muy grande. La mujer recepcionista me miró con cara de “¿Qué cojones?”. No entiendo por qué. Tenía miedo de ir mal vestida, y por eso preferí ir desnuda y no preocuparme del vestuario. Creía que en América eran muy liberales en ese aspecto. Bueno, la cosa es que bajó mi entrevistador con una escopeta en la mano: por lo visto iba a matar inmigrantes cuando se aburría. Hijos, ahora entenderéis que no vivamos en América. “HOULA YEEP VIVAA AMERRRICA” Me dijo. Y aquí comenzó la entrevista.

La siguiente conversación la tuve en inglés, no iba a dejar que una persona destrozara de esa forma mi idioma natal… El caso es que, aún me pregunto por qué, le caí muy bien y dijo que tenía madera de consejera… así accedí a mi trabajo como columnista. Pero pronto la melancolía sacudió a mi corazón: no podía aconsejar a la gente sabiendo que la razón de mi felicidad estaba en la misma ciudad que yo… aquella razón con la que había compartido tantos momentos: ya que desde que le encontré había vuelto a soñar con él y una sonrisa tonta iluminaba mi cara cada vez que recordaba sus ojos o las memorias de lo que podría ser con él.

Pasaron los veranos y los inviernos (la contaminación y la capa de ozono había hecho que la primavera y el otoño no existieran) y yo ganaba influencia en ese periódico. Un día sin querer puse una falta ortográfica y en lugar de poner “Lo mejor es ser pura” puse “Lo mejor es ser…” hijos, hubo un Baby Boom en esa época, no digo más. Pero yo no era feliz, porque no veía esos putos ojos verdes. Me había liado con muchos ojosverdiles, pero ninguno era igual que el autentico. Por eso hice una locura: puenting. Y luego otra que tiene más sentido en la historia: le busqué desde la columna que escribía.